El 54% de
los insecticidas son nocivos para el feto humano
En el
estudio, publicado en Science of the Total Environment, también se
examinan las características sociodemográficas y de estilos de vida que más se
relacionan con el uso de estos plaguicidas.
Enviado
por: INNOVAticias.com / Red / Agencias, 20/06/2013, 08:19 h |
Investigadores
españoles han descrito el uso de plaguicidas domésticos durante el embarazo y
el primer año de vida en cerca de 2.500 madres e hijos procedentes de Sabadell,
Guipúzcoa y distintos puntos de Asturias y la Comunidad Valenciana.
En el
estudio, publicado en Science of the Total Environment, también se
examinan las características sociodemográficas y de estilos de vida que más se
relacionan con el uso de estos plaguicidas.
Durante
los años 2003 y 2008, los autores llevaron a cabo un seguimiento a las mujeres
que aceptaron participar en el proyecto desde el principio de su embarazo hasta
el momento del parto y los primeros años de vida de su descendencia.
“Los
plaguicidas se utilizan en ambientes domésticos para controlar plagas de
insectos u otros seres vivos”, explica a SINC Sabrina Llop, del Centro Superior
de Investigación en Salud Pública (CSISP) de Valencia y primera firmante del
trabajo. “Las exposiciones durante el embarazo o la infancia se han relacionado
negativamente con el crecimiento fetal y efectos neurológicos, así como con una
mayor incidencia de la leucemia infantil”, continúa.
Los
resultados revelan que el 54% de las mujeres embarazadas usaron algún tipo de
insecticidas en el interior de las viviendas y el 15% empleó una combinación de
dos o más métodos.
Así, el
45% de las mujeres aplicaron algún tipo de insecticida en su habitación, el 5%
durante todo el año, el 75% de manera estacional y el 20% de vez en cuando. El
método de aplicación más frecuente utilizado en el dormitorio fue el
dispositivo eléctrico (62%).
Por otro lado,
el 47% de las mujeres embarazadas aplicaron insecticidas en el resto de la
casa, el 7% todo el año, el 67% de manera estacional y el 26% de vez en cuando.
El método más utilizado por las mujeres en los otros lugares de la casa fue el
espray insecticida (69%).
El 2% de
las mujeres utilizaron otros tipos de medidas de control de plagas en su
dormitorio y 5% en el resto de la casa. Estas otras medidas incluían trampas
para las cucarachas, polvo insecticida y medidas no químicas tales como los
dispositivos de ondas. Solo el 1% de las mujeres utilizó repelentes de insectos
durante el embarazo.
El 10% de
las embarazadas utilizó insecticidas en el exterior de las viviendas, como en
jardines o huerto y corrales con plantas, el 9% cada mes, el 14% cada 2-3 meses,
el 20% 3 veces/año y el 57% ocasionalmente.
“Estos
resultados son relevantes ya que permiten que dicha información pueda ser
utilizada para diseñar medidas preventivas, especialmente en etapas vulnerables
de la vida”, afirma Llop.
Menos
estudios, más plaguicidas
“Las
mujeres multíparas, nacidas en España, con nivel de estudios más bajo, con
jardín, con la residencia próxima a cultivos y pertenecientes a las cohortes de
Sabadell o Valencia son las que presentaron una mayor probabilidad de uso de
plaguicidas domésticos”, sostiene Llop.
El uso de
estos plaguicidas continuó durante el primer año de su descendencia, aunque el
20% de ellas dejó de usarlos. El espray fue el método que más se dejó de
utilizar en la habitación de los participantes (del 53% durante el embarazo a
26% durante la infancia). Por el contrario, el uso de dispositivo eléctrico se
mantuvo constante.
Vías de
exposición
Las
principales formas de exposición a estas sustancias son la inhalación, el
contacto dérmico y la ingestión no intencional. En bebés y niños la ingestión
de polvo contaminado de la casa representa la vía más importante de exposición
a plaguicidas residenciales.
Para los
autores, los bebés pasan más tiempo en casa y, en general, llevan menos ropa
que los adultos. Además, su zona de respiración está más cerca del suelo, donde
los residuos de plaguicidas pueden ser más altos, y son más propensos a tener
contacto íntimo con plantas, césped y otras superficies.
“Los
fetos y los niños son especialmente vulnerables a la exposición a plaguicidas
debido a que sus mecanismos de detoxificación no están totalmente desarrollados
y a su inmadurez inmunológica”, concluye Llop.
Referencia
bibliográfica:
Sabrina
Llop, Lidia Casas, Loreto Santa Marina, Marisa Estarlich, Ana
Fernández-Somoano, Ana Esplugues, Ana Jimenez, Jan-Paul Zock, Adonina Tardón,
Alfredo Marco, Ferran Ballester. “Prenatal and postnatal
residential usage of insecticides in a multicenter birth cohort in Spain”. Science of the Total Environment 445-446 (2013) 273–280.
Este
estudio se enmarca en el Proyecto INMA (INfancia y Medio Ambiente, http://www.proyectoinma.org),
un estudio prospectivo multicéntrico que trata de evaluar los efectos de la
exposición a contaminantes ambientales sobre la salud y desarrollo de los niños
en diversos lugares de España.
NOTICIA FUENTE: INNOVATICIAS.COM